El ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Daniel Scioli, lo dijo en referencia a las importaciones. En una entrevista con LA CAPITAL, sostuvo que el país está "en una etapa de reindustrialización". En el plano político, apuntó: "Todos saben que mi esencia es buscar consensos". Y afirmó que "el objetivo es reemplazar los planes sociales por trabajo genuino".
Por Hernán Kloosterman
Como cada vez que pisa Mar del Plata, Daniel Scioli no escatimó elogios para la ciudad. “Siempre es un lugar inspirador y motivador”, suele definir. En esta oportunidad, lo reafirmó pero con otro rol: su llegada lo encontró como flamante ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, una cartera sensible en un contexto complicado por las escasez de dólares y las dificultades que eso acarrea para el desarrollo de la industria.
En exclusiva con LA CAPITAL, el exgobernador bonaerense planteó sus principales desafíos y fue optimista: “El país está en una etapa plena de reindustrialización”, definió y destacó el diálogo con todos los sectores. También habló de las estrategias para “cuidar” los dólares y apuntó que “las prioridades son los productos para la industria y la energía”.
Además, en plena convulsión política interna en el Frente de Todos, Scioli se definió como “un colaborador más del Presidente”. “Todos saben que mi esencia es buscar consensos”, definió.
-Asume en un momento complejo. ¿La administración de los dólares es el principal desafío?
-Hoy enfrentamos el desafío del crecimiento que demanda la matriz productiva, más dólares, más energía y más recursos humanos capacitados. En lugar de comentar los temas, me voy a abocar a encontrar soluciones y a trabajar con cada sector productivo en la fábricas y con los trabajadores. El objetivo es reemplazar los planes sociales por trabajo genuino. Por eso me reuní con el ministro de Educación y con Daniel Filmus para ir insertando, a través del fomento, a los jóvenes y su capacitación para entrar al mundo genuino laboral. Hubo una etapa de contención y hay un etapa de recuperación sostenida que exige readecuar la capacitación del recurso humano en un mundo en el que se aceleró todo y lo que parecía lejano ya está: la economía del conocimiento y la tecnología aplicada a los procesos productivos para agregar valor. Por eso son días intensos. Me reuní con las cámaras empresarias, con la UIA y con gobernadores para ver cómo aceleramos inversiones para conseguir los dólares genuinos que necesita el país. Y vamos a seguir muy activos en la agenda con Brasil; de hecho, vamos a estar en una misión con el gobernador de Entre Ríos.
-¿Qué le plantearon como prioridad los empresarios?
-El país está en una etapa plena de reindustrialización, de sustitución de importaciones y, para eso, el rol del Estado debe ser acercar líneas para poder aumentar la capacidad productiva instalada, créditos para dinamizar más las empresas. El empresario argentino está tan entrenado para las distintas alternativas y hay que hacerle un reconocimiento por el espíritu emprendedor. Yo veo grandes posibilidades de oportunidad para una ciudad, puntualmente, como Mar del Plata, que ha diversificado su matriz productiva. Lo vemos en el Parque Industrial. El gran desafío es hacer de Mar del Plata una ciudad con gran movimiento económico todo el año. Estamos trabajando en cada rincón del país con los ministros de Producción de cada provincia para ir promoviendo cada vez más el desarrollo productivo, generar mayor actividad económica, mayor empleo genuino, mayor ingreso de divisas que también están exigidas en las reservas por el tema energético.
-Respecto a los dólares, ¿cuál es el camino para administrarlos mejor?
-Desde el primer día estamos articulando con otros miembros del gabinete. En la medida que se acelera el ingreso de las cosechas, entran más dólares para alimentar el circuito productivo. Estamos buscando fijar prioridades y fuentes de financiamiento. Las prioridades son los productos para la industria y la energía. Y luego, hay un trabajo, más que nada de AFIP y Aduana para cuando veamos importaciones especulativas. Estamos muy atentos a eso para optimizar el nivel de reservas y no solo sostenerlo, sino aumentar la actividad económica productiva del país.
-¿Ve posibilidades concretas de una mejora notoria en la economía y una baja en la inflación para que el Gobierno llegue con más aire a 2023?
-Sí. Pero más allá de que el Gobierno llegue con aire, es bueno para la Argentina y para los argentinos. Esta situación se está dando en los principales países del mundo con la inflación, y lo que buscamos desde este Ministerio es expandir la oferta de bienes y servicios y poder trabajar en la competitividad. Entendemos que hay que readecuar los precios por los aumentos, pero hemos visto cómo hubo mucha remarcación en algunos casos. Pero lo que quiero es trabajar con cada sector, en cada provincia y también en las ciudades, porque ahí está el primer lugar de promoción del desarrollo productivo. Esa es la instrucción que tengo del Presidente, como cuando fui a Brasil y me dijo: “Hacé lo que tengas que hacer, pero tenemos que encauzar la relación con Brasil”.
-Tiene muy buena relación con Alberto Fernández y también es respetado por Cristina Kirchner. ¿Se considera un ministro de consenso?
-Me considero un colaborador más del Presidente, que viene a volcar su experiencia para tratar de ayudar en este momento. Y todos saben que mi esencia es esa: buscar consensos. Y los ministerios de estas características tienen que ser una política de Estado en la que se unan todas las fuerzas, porque esto significa generar trabajo, aumentar la actividad económica, en un mundo que cada vez demanda más lo que Argentina está en condiciones de producir.
-El buen desempeño en Brasil y esta llegada al Gobierno, ¿significan un relanzamiento de su carrera política?
-Significan una nueva responsabilidad que me confía el Presidente en la cual, como he hecho siempre, voy a poner toda mi dedicación, empeño y humildad, convencido de que puedo ayudar en este momento del país.